Si llegase a cruzarme con un rey no dudaria un minuto en salir de farra con el. Beberiamos de la mas fria y amarga cerveza en los vasos mas grandes y lujosos. El mas fino champagne en copas de cristal y fumariamos los mas ricos habanos cubanos. Sin duda alguna habría una limusina negra, tal vez blanca, llena de mujeres de toda etnia dando carcajadas con la mandibula titubeante de tardes y noches de aquella vida.
O tal vez simplemente lo invitaria a tomar una ginebra en la esquina de mi barrio, fumar de la pipa de la paz cambiando ideas y filosofias de culturas totalmente diferentes, de estilos de vida que nada que ver.
Hasta el momento que me cruce con alguno, sigo cabalgando junto a Clapton con EL, Riding With The King...
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